No importa si trabajas en una oficina tradicional o en casa, tu silla de escritorio es un componente crucial para tu comodidad y productividad. Una silla correcta puede ayudarte a mantenerte contento y concentrado durante tu jornada laboral. Si quieres saber cómo elegir una silla de escritorio, ¡en el siguiente artículo te mostramos lo que debes tener en cuenta!
5 factores a considerar al comprar una silla de escritorio
1. Altura regulable
La capacidad de modificar la altura del asiento de tu silla de escritorio puede ser esencial para mantenerte cómodo incluso durante varias horas. Idealmente, tu asiento debe ajustarse de tal forma que tus muslos estén aproximadamente a la altura de tus caderas (o un poco más abajo que ellas), reduciendo el riesgo de distensión de cadera y espalda.
Si tu silla está demasiado alta, es posible que tengas que moverte hacia adelante para mantener los pies en el piso, lo que podría resultar en una mala postura. Si tu silla está demasiado baja, tus rodillas estarán más altas que tus caderas, lo que podría causar tensión en la espalda baja.
Una silla de altura ajustable te permite (y a cualquier otra persona que se sienta en ella) elegir el nivel adecuado para conseguir comodidad a largo plazo. Si buscas una silla con controles de altura, asegúrate de que sea fácil de usar y lo suficientemente duradera como para que perdure en el tiempo.
2. Control de inclinación
El ángulo del respaldo de tu asiento es otro aspecto importante en la selección de la silla. Y debido a que no todas se adaptarán perfectamente a tu cuerpo desde el primer momento, la posibilidad de ajustar la inclinación del respaldo es un beneficio importante.
Según expertos, una postura «ligeramente reclinada» puede ayudar a proteger tu columna vertebral mientras estás sentado en tu escritorio. Por ello, deberás buscar una silla que te permita inclinarte hacia atrás solo un poco, de tal manera que el respaldo esté en un ángulo de 100 o 110 grados con respecto a tu asiento.
Algunos tipos de sillas de oficina solo ofrecen un par de opciones de reclinado, por lo que podría ser prudente hacer alguna investigación específica sobre los controles de inclinación antes de realizar tu compra.
3. Dimensiones del asiento
Sin duda, necesitas una silla lo suficientemente grande para acomodar tu cuerpo. Si eliges un asiento demasiado estrecho, no tendrás mucha libertad para moverte. Por otro lado, una silla demasiada espaciosa tampoco es ideal.
Una silla muy profunda podría causar que algunas personas se encorven hacia adelante, mientras que un asiento demasiado ancho podría hacer que sea incómodo usar los reposabrazos de la silla.
Para encontrar un término medio, deberás comprobar la longitud y anchura del asiento de cualquier silla que estés considerando adquirir. También hay opciones grandes y altas disponibles. Una vez que conozcas las dimensiones, compara las medidas con otras sillas que te parezcan cómodas.
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4. Opciones de reposabrazos
Estudios sugieren que los reposabrazos ajustables pueden ser una fuente importante de apoyo, evitando el malestar no solo en los antebrazos, sino también en tu cuello y hombros. Sin embargo, nuestros cuerpos son diferentes, por lo que tener reposabrazos en tu silla no es garantía de una buena elección.
Por ejemplo, si los brazos ajustables están demasiado altos, puedes experimentar tensión en los músculos del hombro. Si están demasiado bajos, podrías tener molestias en los antebrazos y las muñecas.
Por suerte, muchas sillas de escritorio te permiten ajustar la altura de los apoyabrazos para que correspondan con la posición de tu antebrazo preferida. Por lo general, los expertos recomiendan colocar tus brazos de modo que tus muñecas queden al mismo nivel que el teclado, en lugar de flexionarlas hacia arriba o hacia abajo para poder alcanzar las teclas.
Además, algunas sillas te permiten ajustar el ancho o el ángulo del reposabrazos para una comodidad aún más personalizada.
5. Materiales y relleno
Las sillas de oficina varían ampliamente en lo que respecta a la tapicería y el relleno, por lo que tendrás muchas alternativas para evaluar. Por un lado, las sillas de malla ofrecen una sensación transpirable, manteniendo tu espalda bien ventilada.
Por otro lado, las sillas de cuero o cuero sintético proporcionan un aspecto elegante y lujoso que impresionará tanto a tus compañeros de trabajo como a los clientes. Algunas sillas son bien firmes, mientras que otras proporcionan una amortiguación más suave.
Hasta este punto, te hemos mostrado los factores a considerar al comprar una silla de escritorio. Recuerda tomar en cuenta tus necesidades para que te asegures de tomar la mejor decisión. De esta manera, podrás trabajar cómodamente y sin inconvenientes. ¡Esperamos que esta información te haya resultado interesante y útil!
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