Mantenerte al día con las tareas domésticas diarias puede ser difícil, pero no tiene por qué ocupar todo tu tiempo. De hecho, mantener tu juego de sala y el resto de tu casa limpia se trata menos del tiempo involucrado y más de la creación de buenos hábitos. Entonces, si tipeaste en el buscador «¿cómo ordenar mi casa?», ¡en el siguiente artículo te lo mostramos!
1. Comienza por hacer la cama
Tender la cama realmente hace una gran diferencia en el orden de la habitación y solo toma un par de minutos. Además, te hace comenzar bien el día y te da gusto echarte en una cama bien hecha al final de tu jornada laboral.
Para hacer las cosas más fáciles, simplifica tu ropa de cama tanto como sea posible. Si te encantan las sábanas superiores, puedes considerar minimizar la cantidad de almohadas en tu cama o usar un edredón lo suficientemente grande como para no tener que incluir sábanas.
2. Lava una carga de ropa al día
Ahora, dependiendo de la cantidad de cargas que hagas normalmente por semana, es posible que no necesites hacer esto todos los días. Trata de adquirir el hábito de poner una carga de ropa sucia a primera hora de la mañana.
Alternativamente, coloca la carga en la máquina por la mañana y simplemente enciéndela cuando llegues a casa. Asegúrate de ahorrar algo de tiempo en algún momento del día para completar la carga, incluso guárdala.
3. Sé feliz con «lo suficientemente limpio»
Quieres que tu casa esté relativamente limpia y ordenada, pero eso no significa que todo tenga que ser perfecto. Sigue la regla 80/20, lo que significa que tienes que quedarte con el 80% de la limpieza realizada.
Quedar atrapado en todos los pequeños detalles que componen el último 20% (como asegurarte de que se limpie cada pequeña partícula del piso o llegar a todos esos pequeños lugares apartados y difíciles de alcanzar para quitar el polvo) te hace perder el tiempo y probablemente son detalles que nadie se daría cuenta.
No significa que nunca necesiten limpiarse, pero conviértelos en parte de una rutina de limpieza profunda en lugar de tu programa de limpieza semanal habitual.
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4. Prioriza
No toda la limpieza es igual. Haz una lista de lo que te gustaría hacer y luego prioriza lo que se debe hacer y lo que puede esperar hasta un día o dos. Teniendo en cuenta el tiempo que tienes disponible, escribe tus 2 o 3 objetivos realistas de limpieza y adhiérete a estos antes de intentar hacer otras cosas.
5. Haz que toda la familia participe
A menudo es más fácil hacer el trabajo tú mismo, pero pasar el tiempo enseñándoles a tus hijos a hacer trabajos apropiados a su edad será mejor a largo plazo para ambos. Empieza por hacer que tus hijos recojan lo que ensucian ellos mismos, guarden su abrigo y zapatos cuando entren a la casa, pongan los platos en el lavavajillas, limpien su cuarto, etc., y agrega otras tareas cuando sea posible.
Es sorprendente la gran diferencia que se puede hacer en la limpieza general de la casa si se hacen estas tareas sencillas. Durante las primeras semanas que hagas esto, es probable que necesites prestar mucha atención a tus hijos, pero con el tiempo esto también comenzará a ser un hábito para ellos y eventualmente debería poder hacerse con un mínimo de recordatorios.
6. Haz una limpieza nocturna de 15 minutos
Haz que una limpieza nocturna de 15 minutos sea una rutina. Por alguna razón, no parece tan malo limpiar cuando todos los demás están haciendo lo mismo. Pon el temporizador y sigue las prioridades de limpieza.
Los niños pueden limpiar sus habitaciones o hacer otras tareas domésticas pequeñas mientras terminas la limpieza de la cocina o doblas y guardas la ropa. Comienza con las cosas que causan mayor caos o crean un montón de desorden o cualquier cosa que deba hacerse antes de ir a la cama.
7. Mantén cerca los suministros básicos de limpieza
Ten siempre artículos de limpieza básicos a la mano: paños de microfibra, un cepillo de baño y una botella de aerosol con agua y vinagre (o un limpiador multiuso de tu elección). Esto hace que sea mucho más rápido y fácil limpiar el inodoro o la pasta de dientes del espejo en lugar de tener que buscar suministros de limpieza.
Intenta hacer estas tareas simples cuando veas la necesidad (la mayoría de ellas toman solo uno o dos minutos) y realmente reducirás la frecuencia con la que necesitas hacer una limpieza profunda de arriba a abajo.
Hasta este punto, te hemos mostrado 7 consejos para ordenar cada espacio de tu casa. Estamos seguros de que si sigues todas estas recomendaciones, te sentirás más tranquilo en tu hogar y tu familia vivirá feliz. ¡Esperamos que esta información te haya resultado interesante y útil!
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